Desde 1981, mi pasión por los cetáceos y mis investigaciones sobre la comunicación entre especies con las ballenas me han llevado a trabajar en hábitats donde viven y se reproducen estos animales. A lo largo de los años, he visto evolucionar la observación de cetáceos, que pasó de ser una actividad confidencial reservada a aficionados y científicos en los años 80 y 90 a una actividad turística de masas en la década de 2000.

Este desarrollo incontrolado ha dado lugar a una proliferación de embarcaciones en el hábitat de los cetáceos, a menudo utilizando enfoques irrespetuosos dictados por la necesidad de satisfacer las expectativas de los turistas. Las consecuencias de este acoso constante no tardaron en hacerse patentes: estrés, pérdida de apetito y libido en los animales, e incluso abandono de ciertos territorios.

A pesar de los esfuerzos de los santuarios marinos por regular esta actividad mediante charters y cursos de formación, muchos operadores siguen burlando las normas, buscando acercamientos espectaculares e intrusivos sin controles reales.

Afortunadamente, he conocido operadores apasionados y respetuosos, guiados por su amor a los cetáceos y no por el lucro. Sus conocimientos les permiten adoptar un enfoque suave y respetuoso, creando encuentros auténticos y pacíficos con los animales.

El Proyecto Ballena de Shelltone pretende listar y promover a estos operadores concienciados, ofreciendo a todo el mundo la oportunidad de elegir una experiencia armoniosa en el mar que respete a los cetáceos. Al reservar sus viajes a través de nuestra organización, está apoyando nuestra misión de promover prácticas responsables y proteger a los cetáceos de enfoques intrusivos.